LOS OTROS PIENSAN
John Cage, 1927
en Richard Kostelanetz (Id.), John Cage. An Anthology, New York, Da Capo Press, 1991, p. 45-48. Citado por Carmen Pardo:


Hoy en día. los Estados Unidos son una potencia mundial. Estamos convencidos de que hemos promovido relaciones amistosas con toda América Latina. En términos generales, hemos articulado nuestra Política Exterior en el bienestar de los pueblos del Sur. Sin nuestra intervención en Ecuador, existía el riesgo de que, por la insana condición de ese país, el veneno se extendiera por todo el Nuevo Mundo. [ ] Gracias al poder militar del Tío Sam -Venezuela fue protegida de Alemania, Cuba, de España, Méjico, de Francia-, hemos
defendido a todos los pueblos débiles de la dominación europea. [ ] Nuestra intervención en América Latina se debe a razones altruistas. Entonces, ¿por qué hay un malentendido entre los latinos y los anglosajones de este continente?
Las cuestiones importantes pueden tener más de una respuesta, ya que los otros pueden pensar de otra manera. Al respecto de la intervención norteamericana en América Latina, muchos son los que piensan de otra manera. [ ]

Estas ideas, que han penetrado con fuerza la vida intelectual de las repúblicas latinas, han sido determinadas por el comportamiento de algunos ciudadanos de los Estados Unidos. Su mayor parte está constituida por capitalistas que han invertido celosamente su dinero en las repúblicas del Sur y las explotan con gran avidez. No creen en el progreso de los otros, ni desean otra cosa que su propio beneficio material. Pertenecen a la familia de los egoístas puros. [ ]

A los ojos de la Gente del Sur, esos hombres son los Estados Unidos.[ ] Era para proteger las vidas y la propiedad de esos carteristas que los Marines de los Estados Unidos entraron en Nicaragua hace quince años. Aún están ahí. Tras haberse inmiscuido en la política interna del país, se las arreglaron para que su Presidente fuera un conservador. El Almirante en Jefe, en su informe a Washington, hacía notar que tan sólo la cuarta parte de este país era conservadora y que sus proyectos se llevaban a término contra las tres cuartas partes de los nicaragüenses. [ ] Los otros empiezan a pensar que no
podría existir ningún gobierno en América Central sin la sanción de los Estados
Unidos Muchos eran los que temieron nuestras injerencias en el pasado.

Muchos serán los que rechazarán nuestras intervenciones futuras. ¿Qué haremos? ¿Qué habríamos de hacer?
La mayor bendición que podría caer sobre los Estados Unidos en el futuro cercano sería la parada de sus fábricas y actividades comerciales, el enmudecimiento total de sus gentes y una bloqueo total del mundo de negocios, la inmovilización final de todo lo que funcionara hasta que todos pudieran oír la última rueda parándose con la extinción del último eco. [ ]

Entonces seríamos capaces de responder a la pregunta "¿Qué hemos de hacer?", porque nos quedaríamos silenciosos y mudos, de manera que finalmente tendríamos la posibilidad de saber lo que los otros piensan.

 

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